Un atisbo en sus ojos de hielo
enciende mi curiosidad alerta,
las menos encarnadas, al filo
de la gélida inquietud infinita
conducen a las más, rebozando
hacia la dulce certeza descubierta.
Y acecho al marchar, disimulando
el tipo de desinterés que irrita,
que derrite el caparazón del miedo
oculto tras el telón que aparenta
soberbia, que devuelve con el viento
los cristales a su disfraz anacoreta.
el tipo de desinterés que irrita,
que derrite el caparazón del miedo
oculto tras el telón que aparenta
soberbia, que devuelve con el viento
los cristales a su disfraz anacoreta.